La zona más conocida del arroyo del Robledo de las Hoyas es su cascada, una de las más fotografiadas por los aficionados de por aquí, sobre todo este año que lleva mucha agua.

El acceso es muy sencillo desde la zona de picnic junto al camping de Fuencaliente. Quizá demasiado sencillo, ya que sus alrededores encierran algunos endemismos de Sierra Madrona, entre los que destaca muchísimo el Narcissus muñozii-garmendiae. Este narciso tiene su distribución mundial restringida a los alrededores de este arroyo, y algunos puntos más de la sierra (También hay alguna cita en la sierra de Riofrío, en Piedrabuena http://revistas.ucm.es/far/02109778/articulos/LAZA8383110221A.PDF). Es curiosa la falta de protección y sobre todo, de información que existe en la zona al respecto de las maravillas naturales que encierra.

Es también una zona rica en turberas, con lo que ello acarrea en cuanto a variedad botánica, aunque también es cierto que muchas de ellas están «desecadas»  por el hombre, incluso las dotadas de alguna figura de protección; un ejemplo claro se halla en el camino que lleva a esta cascada.

A continuación, maravillas que podremos observar, si vamos con cuidado, por los alrededores de esta zona. Primero, el famoso narciso, con algún inquilino:

Pero no son estos los único narcisos que uno puede encontrar en esta excursión. A lo largo del camino es muy común el Narcissus bulbocodium:

Y algo más arriba, el también muy común Narcissus triandrus:

Otra especie que comienza a aparecer en estas fechas en las cercanías de los arroyos, y en zonas húmedas y sombrías es Saxifraga granulata

Los brezos (Erica sp.) que comienzan a estar en flor

Y las margaritas, del género Bellis que tapizan cualquier zona algo abierta

La gran humedad de la zona también hace que sea muy rica en musgos, como Homalotecium sp. que tapiza casi todos los árboles que rodean la cascada:

Y helechos, como Asplenium adiantum-nigrum

En cuanto a la microfauna, es común encontrar en esta época bastantes tipos de arácnidos entre la hojarasca o el musgo, como esta Metellina merianae

Este Philodromus sp.

O este ácaro cazador, de la familia Trombidiidae:

También entre la hojarasca son extraordinariamente comunes las ninfas y adultos del grillo Nemobius sylvestris

Y ya se observan ejemplares de casi todos los grupos de insectos: Lepidópteros, como esta Nymphalis polichloros o mariposa olmera:

Coleópteros: Cicindela campestris: bastante frecuente en el camino de acceso, y sencilla de fotografiar con un poco de paciencia, ya que permite acercamientos grandes si vas despacio y arrastrándote.

Meloe violaceus, isecto con un color espectacular, y muy abundante en un periodo corto de tiempo.

Himenópteros: Xylocopa violacea, cuyos macho se reconocen fácilmente de otras especies muy similares, por presentar unas manchas naranjas casi al final de las antenas.

Ortópteros: Además de los grillos anteriores, el omnipresente Pezotettix giornae

Y el mucho más difícil de ver Uvarovitettix depressus

Dipteros: Eristalis sp., omnipresente:

Y Tipula maxima

Y por último, como es natural cerca del agua, un Plecóptero, de la familia perlodidae:

Aunque las fotos no hacen, ni mucho menos, honor a la belleza de este paraje, si pueden dar una idea, y espero que con ellas, y con las que vendrán despues, en distintos meses del año, pueda contribuir a crear algo de conciencia en la gente de por aquí, respecto al gran patrimonio natural que encierran Sierra Madrona, el Valle de Alcudia, y sus alrededores.

Espero que además de lo de la conciencia, os haya gustado, que también es importante.