El segundo día de testing salimos temprano hacia la zona que debíamos testear, el Mancho del Portugués. Como es natural, por el camino no paramos de hacer fotos; se ven ciervos, aunque lejos del camino, buitres, cuervos, y un hermoso lagarto ocelado (Timon lepidus) tomando el sol junto al camino.

Cuando llegamos nos encontramos con una zona de matorral espeso, con algunas zonas más humedas asociadas a arroyos estacionales, y donde abundan las jaras de distintas especies (Cistus sp.), los cantuesos (Lavandula sp.), y en las partes algo más húmedas espino albar (Crataegus monogyna). Todo esto rodeado de multitud de pequeñas plantas con flores, algunas (como Vincetoxicum hirundinaria) que no había fotografiado nunca.





En cuanto a los invertebrados, en casi todos los grupos hubo alguna novedad, ya sea especies que no habíamos visto nunca, aunque no sean raras, como especies difíciles de ver o identificar, y que, según pensábamos, no estaban citadas en el parque; todo esto, además de la microfauna habitual en este tipo de paisaje y época.
Comezando con los dípteros (las moscas), abundantes asílidos (moscas cazadoras) del género Dysmachus, bombílidos, también abundantes en esta época del año, alguno de ellos que no habío visto nunca, taquínidos, también con alguna sorpresa, y alguna especie común entre las flores como el califórido Rhyncomyia.





Otro grupo que siempre es espectacular en esta época del año son los lepidópteros (mariposas). Aunque no fotografiamos ninguna especie que se saliera de lo común, sí hubo una que yo no había fotografiado nunca, Zygaena lavandulae, aunque no es rara, y un compañero (Paco) fotografió Zygaena nevadensis, nada común por aquí; de hecho, en la plataforma Biodiversidad Virtual, es la primera imagen en la región.




Entre los coleópteros (escarabajos) eran abundantes los grandes cetónidos de los géneros Cetonia y Protaetia, además de los más comunes Tropinota, además de los típicos meloidos y cleridos de las flores.




Entre el resto de grupos, en esta jornada nada que no esperásemos y solo destacar en esta mañana un grupo de ninfas de Codophila varia en un estadío que no había visto nunca.


Por fín, volvemos a Anchurones para comer, que queda toda la tarde, en la que volveremos al Mancho del Portugés, pero en una zona algo más baja y húmeda. La tarde (llena de chupasangres) y la noche, que fue espectacular, para la siguiente entrada.